Los aminoácidos en polvo se pueden dividir en las siguientes categorías:
Aminoácidos esenciales: incluyendo lisina, triptófano, fenilalanina, metionina, treonina, isoleucina, leucina y valina, que no puede ser sintetizada por el cuerpo mismo y debe obtenerse de los alimentos.
Aminoácidos no esenciales: alanina, arginina, aspartato, aspartamida, ácido glutámico, glutamina, glicina, prolina, serina, etc., que puede ser sintetizado por el cuerpo humano mismo.
Las principales aplicaciones de los aminoácidos incluyen:
Síntesis de proteínas: es la unidad básica de proteína.
Campo médico: utilizado en el tratamiento de ciertas enfermedades, como la arginina utilizada en el tratamiento de la encefalopatía hepática.
Aditivos alimentarios: como el glutamato de sodio es el componente principal de MSG.
Aminoácidos esenciales: incluyendo lisina, triptófano, fenilalanina, metionina, treonina, isoleucina, leucina y valina, que no puede ser sintetizada por el cuerpo mismo y debe obtenerse de los alimentos.
Aminoácidos no esenciales: alanina, arginina, aspartato, aspartamida, ácido glutámico, glutamina, glicina, prolina, serina, etc., que puede ser sintetizado por el cuerpo humano mismo.
Las principales aplicaciones de los aminoácidos incluyen:
Síntesis de proteínas: es la unidad básica de proteína.
Campo médico: utilizado en el tratamiento de ciertas enfermedades, como la arginina utilizada en el tratamiento de la encefalopatía hepática.
Aditivos alimentarios: como el glutamato de sodio es el componente principal de MSG.
Aditivos de alimentación: promueve el crecimiento y el desarrollo de los animales.
La deficiencia de polvo de aminoácidos tiene una variedad de efectos adversos en el cuerpo humano, como:
Disminución de la inmunidad: afecta la síntesis y la función de las células inmunes.
Crecimiento atrofiado: los niños pueden experimentar problemas como el crecimiento atrofiado.
Anemia: la deficiencia de ciertos aminoácidos puede conducir a una síntesis de hemoglobina deteriorada.
Problemas del sistema nervioso: pueden causar trastornos neurológicos, fatiga, pérdida de memoria, etc.
Problemas de la piel: piel seca, piel áspera, alergias, etc.
Disfunción digestiva: afecta la digestión y la absorción de alimentos.
